jueves, 25 de agosto de 2016

Hay un río que forma
un valle entre tus dedos y mi piel. Entre
tu cintura y mis labios

El agua dulce ablanda los órganos de las rocas de los peces y de los ojos

Ese espacio intrínseco rebalsa
en un esplendor. El sol no evapora
lo que un beso construye con arcilla de manantial

Tal vez logre ser infinito el paisaje que queda entre mi cuerpo y el tuyo

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