Gira tu energía entorno a vos,
la mía junto a mí.
Y de nuevo hoy resultó
que no nací para hacerte feliz.
Eco de transformación
remitiendo al eterno sumiso.
Tu voz ya no tiene sentido
en esta vuelta re-alentada.
Con tu cara se distorsiona,
incluso el olor
pierde su presencia.
Punto que te termina.
Los giros pueden ser mutuos. Pero no necesariamente simetricos.
ResponderEliminarPreciso. Es eso justamente
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